El Bienestar digital es el equilibrio que las personas logran tener en la interacción con la tecnología para que esta ayude a que las personas sean productivas, felices y sanas y no lo contrario.

Hoy en día se está generando un fenómeno que se conoce a nivel científico como “Together alone”, juntos pero solos, es decir que la pareja o la familia, estando al lado no se comunican, rompiendo así el vínculo familiar.

La tecnología ayuda a que las comunicaciones sean más rápidas, ayuda a ahorrar tiempo y dinero. Por ejemplo, ya no debemos ir al supermercado ni a comprar el tiquete de avión a una oficina, sino que es posible hacerlo desde la casa. Pero la mala utilización de la misma, también puede traer constantes distracciones e interrupciones que convierten a las personas en improductivas y estresadas.

El equilibrio se encuentra en cada persona de forma diferente. Pero se tiene en común llegar al estado de consciencia en el que la persona sepa si la forma en la que está utilizando las herramientas tecnológicas lo está llevando a un punto de saturación, estrés, improductividad, burnout o falta de salud mental, emocional o física.

Cuando una persona entra a una red social y empieza a hacer comparaciones negativas. Es decir, observa que la otra persona tiene un mejor trabajo, una mejor pareja, un mejor lugar donde vivir, esto poco a poco empieza a afectar las emociones, ya que en vez de sentir felicidad o gratitud, siente frustración, importantes infelicidad. Adicionalmente, científicamente se ha comprobado que cuando una persona no recibe el número de likes, seguidores empieza esto a afectar su autoestima, lo que genera emociones de baja vibración.

Existen muchas clases de felicidad: la felicidad como tipo de personalidad, como actitud, como estado emocional, como emoción, como comportamiento. En mi caso analizamos la felicidad como una habilidad que se adquiere con la práctica, así como lo podría ser el liderazgo la comunicación asertiva.

La forma en la que utilizamos la tecnología puede hacernos felices o infelices. Si usamos las herramientas tecnológicas para conectar, ser más productivos muy seguramente nos haga felices. Pero si la usamos para distraernos de forma negativa, compararnos etc pues nos volvemos infelices.

El bienestar emocional se logra cuando somos capaces de identificar las propias emociones y las del otro, las observamos, las analizamos, y las transformamos si es que se requiere.

Necesitamos tener límites digitales. Por ejemplo, en la oficina no escribir en los grupos de whatsapp después de horarios laborales o fines de semana. Con la familia o pareja, no tener los teléfonos mientras están conversando o durante las comidas.

Las herramientas tecnológicas con armas de doble filo, que pueden ser utilizadas para ser más rápido, eficientes y productivos o todo lo contrario. Depende de cada uno cómo se use. Un ejemplo, la tecnología me ayuda a poder escribir este artículo, pero si al mismo tiempo tengo 18 ventanas abiertas y notificaciones de noticias, redes sociales y whatsapp seguro que no terminara el artículo ni en 4 días.